lejos de ser improductivo.
Solo quedan unos pocos páramos serpentinos en el este de EE. UU. Estos pastizales únicos derivan su nombre de la presencia de serpentinita, un tipo de lecho rocoso verdoso poco común que se encuentra cerca de la superficie del suelo. La serpentinita hace que el suelo tenga un alto contenido de magnesio y níquel y un bajo contenido de calcio, y solo unas pocas especies de plantas pueden crecer en estas condiciones extremas. Muchas de estas plantas son raras, están amenazadas o en peligro de extinción, al igual que algunos de los animales que viven en este hábitat herbáceo.
algodoncillo verticilado (Asclepias verticillate) por Ralph Hall
quemarlo para salvarlo.
Los páramos serpentinos requieren perturbaciones periódicas para mantener su carácter único. Los bosques abiertos circundantes invaden a medida que sus hojas caen, se descomponen y crean una rica capa de suelo sobre la serpentinita. En el pasado, las pisadas de criaturas gigantes como mastodontes y mamuts y los incendios provocados por los pueblos nativos mantenían un control sobre los árboles. Hoy en día, el personal de Natural Lands realiza periódicamente quemas controladas para mantener los páramos.